Mezclar el trabajo con el deporte puede ser a veces complicado, pero no imposible. Lo demostró Leonardo de Rivero, quien estuvo en Chile desde el 3 de febrero hasta el 9 de marzo, e intercaló semanas de trabajo con domingos de escalada. Empacó ligero, solo llevó sus pes de gato, magnesio y arnés.
Sebastián Trully, alias Pelao, fue su compañero de escalada en la mayoría de lugares a los que fue. Pudo visitar las zonas cercanas a Santiago como: “El arrayán”, “La mina”, “Resistencia” y “Las palestras”.
“El arrayan” fue una de las zonas que más visitó. Comenta que escalar a vista es difícil ahí, por lo que “solo” alcanzó a encadenar “Infiltrados” (7a+) en esta modalidad. Siendo “Los chachas” (8a+) lo más duro encadenado ahí. «Los chachas» es el segundo octavo de Leonardo en Chile, que antes encadenó «Simpatía por el diablo» 8a, en Las Chilcas.
En “La mina” le fue mejor con el “a vista”, pudo hacer “La rubia” (7b+) y “Buda” (7b) al primer pegue. También nos cuenta que se cayó en el último paso de un 8a+.
Alternaba los días de trabajo con noches de escalada en Casa Boulder y El Muro, con lo que conseguía mantenerse en buen nivel.
¡Tomemos su ejemplo y aprovechemos al máximo las oportunidades de escalada en roca!